Mientras el euro gana terreno frente al dólar estadounidense justo antes de la publicación de datos importantes sobre el mercado laboral en Estados Unidos, algunos economistas estiman que el Banco Central Europeo reducirá las tasas de interés más rápido de lo previsto. Esto sería para reactivar una economía que enfrenta un crecimiento más lento, lo que deja al euro en una posición complicada frente al dólar.
Los encuestados pronostican una reducción de un cuarto de punto la próxima semana y en cada reunión de política hasta junio del próximo año, llevando la tasa de depósitos al 2%. Anteriormente, se esperaba que este nivel se alcanzara en un año.
Dado que se espera una revisión a la baja en las proyecciones de crecimiento económico y precios al consumidor, la mayoría de los economistas prevén que las tasas de interés sean lo suficientemente bajas para fines de 2025 como para estimular el crecimiento económico. Hoy se publican los datos del PIB del tercer trimestre en la zona euro: esta última estimación arrojará luz sobre la dinámica económica. Si el PIB se revisa a la baja, habrá más razones para recortes agresivos en las tasas de interés en la eurozona.
Las grietas en la economía de los 20 países de la eurozona ya son evidentes. El sector servicios ha seguido la misma trayectoria que el sector manufacturero, que lleva tiempo enfrentando dificultades, y ahora muestra signos de contracción. Además, la incertidumbre afecta tanto a las empresas como a los consumidores. Las conmociones políticas han dejado a Alemania y Francia sin gobiernos estables, lo que ha asustado aún más a los inversores, aunque la moneda europea parece no reaccionar demasiado a estas tensiones. Si a esto se suman los riesgos comerciales planteados por la nueva administración de Donald Trump, las probabilidades de una tendencia alcista sostenida para el euro parecen poco realistas.
Aunque no se espera que la presidenta Christine Lagarde comente demasiado sobre los pasos del próximo año, el tono general de sus declaraciones en la última conferencia de prensa de este año permitirá sacar algunas conclusiones. Las conversaciones sobre un posible recorte de medio punto en lugar de los habituales 25 puntos básicos ya están ganando fuerza para la próxima reunión.
El representante del BCE François Villeroy de Galhau y el portugués Mario Centeno han mostrado su apertura a esta posibilidad, pero la mayoría de los funcionarios, incluidos algunos de los más moderados, apoyan un enfoque gradual. JPMorgan también pronostica un recorte de medio punto en diciembre.
Es más probable que los cambios se reflejen en la declaración oficial posterior a la reunión, en la que el BCE podría señalar su intención de mantener las tasas en un nivel restrictivo durante el tiempo necesario. Un 53% de los encuestados cree que los responsables de la política monetaria modificarán esta formulación, aunque solo un tercio espera indicaciones más claras sobre el futuro de las tasas. La mayoría espera que el BCE reduzca sus previsiones de crecimiento económico para 2025 y revise a la baja las proyecciones de inflación para este y el próximo año.
En Commerzbank consideran que el mayor desafío para el BCE será evaluar las consecuencias a corto, medio y largo plazo de las políticas económicas de Trump. No obstante, hay consenso en que las nuevas políticas arancelarias de Trump podrían frenar el crecimiento económico sin afectar demasiado la inflación.
Como mencioné anteriormente, resulta sorprendente ver al euro crecer, algo que podría terminar en cualquier momento. Es probable que esto ocurra tras la publicación de los datos del mercado laboral en Estados Unidos y una imagen más clara de los próximos pasos de la Reserva Federal.
En cuanto al panorama técnico actual de EUR/USD, los compradores necesitan superar el nivel de 1.0600. Esto les permitiría intentar un test en 1.0625. Desde allí, podrían alcanzar 1.0650, pero lograrlo sin el apoyo de grandes jugadores sería bastante complicado. El objetivo más lejano sería el máximo en 1.0675. En caso de una caída del instrumento, solo alrededor de 1.0560 espero una acción significativa por parte de los compradores. Si no hay actividad en ese nivel, sería mejor esperar un descenso al mínimo en 1.0535 o abrir posiciones largas desde 1.0507.
En cuanto al par GBP/USD, los compradores de la libra necesitan superar la resistencia inmediata en 1.2770. Solo así podrán apuntar a 1.2800, aunque superar este nivel será difícil. El objetivo más lejano sería la zona de 1.2830, tras lo cual podríamos considerar un avance más agudo hacia 1.2860. Si la pareja cae, los osos intentarán recuperar el control en 1.2740. Si tienen éxito, una ruptura del rango podría causar un golpe serio a las posiciones alcistas y llevar al par GBP/USD a un mínimo de 1.2715 con perspectivas de alcanzar 1.2680.